La primera línea férrea en la región
mesopotámica, inaugurada el 9 de julio de 1866,
fue el Ferrocarril Primer Entrerriano, de Gualeguay
a Puerto Ruiz (10 km). Se construyó por una
empresa constituida por capitales argentinos que había
obtenido la concesión del gobierno provincial;
años más tarde, esta línea se
incorporó al F. C. de Entre Ríos.
Mediante una ley de junio de 1833 se autorizó
a la provincia de Entre Ríos a construir un
ferrocarril que atravesara la provincia desde la ciudad
de Paraná hasta la de Concepción del
Uruguay. Esta línea se inauguró en 1887
con la denominación de Ferrocarril de Entre
Ríos. Asimismo, contaba con un ramal a Villaguay,
otro a Gualeguaychú y otro a Victoria. En el
año 1829 fue adquirida por una empresa de capitales
ingleses y tomó la denominación de Ferrocarril
Central Entrerriano.
La línea de Concordia (Entre Ríos) a
Monte Caseros (Corrientes), con un pequeño
ramal a Ceibo, era explotada desde 1873 por el Ferrocarril
Argentino del Este; había quedado detenida
en aquel punto, contra el propósito de llevarla
hasta Mercedes (Corrientes). Una ley nacional, del
4 de noviembre de 1886, acordó al Sr. Juan
E. Clark la construcción y explotación
de una línea de Monte Caseros a Corrientes
y Posadas. En 1888, el Sr. Clark transfirió
su concesión a la compañía británica
"Ferrocarril Nordeste Argentino", que en
1890 inauguró la primera sección hasta
Curuzú-Cuatiá.
El Ferrocarril Central Buenos Aires, anteriormente
Ferrocarril Rural de la provincia de Buenos Aires,
fundado con capitales privados argentinos, tuvo su
origen en la concesión de un "tranvía
rural", otorgada por la provincia en 1886 a D.
Federico Lacroze. El tramo de Buenos Aires a Pilar
se inauguró en 1888, y en el mismo año
el ramal de Pilar a Zárate.
En 1896 una ley provincial autorizó su funcionamiento,
cuando se habilitó definitivamente la línea
a Pilar, con la denominación de Ferrocarril
Central Buenos Aires. Este ferrocarril formalizó
un convenio, en 1906, de tráfico común
con el Ferrocarril Central Entrerriano, por medio
del ferry-boat para transportar carga y pasajeros,
estableciéndose, de tal forma, el tráfico
ferroviario a través del río Paraná,
entre Ibicuy (Entre Ríos) y Zárate (Buenos
Aires).
La línea de Monte Caseros hacia Misiones que
en 1902 llegó a Santo Tomé (Corrientes),
continuando también por el Ferrocarril Nordeste
Argentino, siguiendo la costa del río Uruguay,
llegó en 1912, al inaugurarse el tramo Apóstoles-Posadas,
a alcanzar la frontera Noreste del territorio argentino.
Por ese entonces se hizo efectiva la autorización
acordada a esta empresa para unir sus servicios, por
medio del ferry-boat, sin trasbordo con el Ferrocarril
Central del Paraguay.
De esta forma las provincias de Entre Ríos,
Corrientes y Misiones quedaron incorporadas al sistema
nacional cuyas líneas, bajo una administración
común, integraban el F.C. General Urquiza.